PULSAR 200 NS
En la década de los 80s las películas de ciencia ficción nos ponían a pensar en cómo sería el nuevo milenio, autos y motos voladoras, enormes edificaciones y hasta un mundo apocalíptico dominado por las máquinas. Los años pasaron y el siglo XXI inició sin mayores similutudes con las anunciadas por los cineastas más famosos. Fue entonces cuando nació una verdadera revolución, un mundo dominado por máquinas pero a diferencia de las de ciencia ficción, controladas por el hombre, por aquellos que se sumergieron en una tendencia que cambiaría sus vidas para siempre, Pulsar.
Diez años después de que se presentara la primera versión y cuando ya muchos creían que había cumplido su ciclo, surge una nueva Pulsar con mejores argumentos, mecánicos y estéticos, digna de suceder a la saga más exitosa de los últimos tiempos.
Durante la historia de la Pulsar en Colombia, los cambios han sido sutiles manteniendo siempre la misma base. La nuevaPulsar NS 200 es una moto completamente nueva, desarrollada a partir de cero que conseva de su antecesora únicamente su nombre plasmado a los lados del depósito. Tan solo un año después de haber sido lanzada en su país de origen, Auteco la trae a Colombia con el ánimo presentar a sus fanáticos la mejor moto de la denominación Pulsar.
La experiencia de Bajaj en la fabricación de motos alcanza su máximo nivel con el desarrollo de la nueva Pulsar NS, gracias a la alianza con la marca austriaca KTM, para el desarrollo de la Duke 200. La Pulsar NS ha sido concebida sin tomar nada de los anteriores modelos pero lleva la misma sangre que por años la ha mantenido en el top de ventas en los diferentes mercados a donde ha sido llevada.
Existía mucha expectativa hacia nuestra invitada desde que vimos las primeras imágenes en su casa matriz y al saber que el motor había sido desarrollado en alianza con la marca naranja. Dos aspectos que suponían una moto completamente nueva, con el mejor diseño en la categoría y uno de los motores más avanzados del segmento. La estética es realmente bella, es una de las motos mejor logradas en su apariencia, que atrae miradas tanto de motociclistas como de ciudadanos del común que aprecian las líneas deportivas y afiladas que recorren la silueta de la NS de adelante hacia atrás, en este apartado es difícil encontrarle "peros", pues cada detalle ha sido cuidadosamente elaborado para brindar ese plus de buen gusto al piloto, como la iluminación en tono azul de sus comandos, donde se destaca el logo de Bajaj a un lado del tablero.
El tamaño, aunque es compacto, tiene apariencia de moto grande, cuenta con una farola integrada a un pequeño carenaje tipo naked en el que se encuentra en la parte posterior el cuadro de instrumentos que combina información análoga y digital, con todos los datos necesarios para un manejo seguro. El depósito de combustible de líneas aerodinámicas cuenta con deflectores laterales que redirección el flujo de aire hacia el radiador. El diseño de estos elementos integra acabados en pintura brillante y mate logrando una apariencia muy atractiva desde cualquier punto de vista. El chasis perimetral de acero prensado le entrega gran rigidez además de lucir muy bien con la carrocería, éste alberga al sistema de escape en la parte baja, donde un diminuto tubarro deja oir el sonido del motor, mejora el reparto de pesos y aporta un adicional a la estética. Uno de los aspectos más esperados ha sido la incorporación de un monoamortiguador trasero, que en este caso incluye botella auxiliar con gas nitrox. Pero sin duda la mayor revolución es la Pulsar NS es su corazón, un monocilíndrico de 199.5 cc refrigerado por líquido con sistema de tres bujías y cuatro válvulas, que logra una mejora en la combustión del 25% frente a los de dos bujías y del 50% frente a los que incluyen una sola. Esto se traduce en un aprovechamiento óptimo del combustible sin perder eficiencia, pues el nuevo motor produce 22.6 Hp a 9.500 revoluciones por minuto y un torque máximo de 18.3 Nm a 8.000 rpm.
Al oprimir el botón de arranque el propulsor cobra vida con un leve murmullo y vibraciones casi inexistentes, el puesto de mando es cómodo y la altura del asiento permite realizar maniobras con los dos pies en el suelo sin ningún problema. Iniciamos la marcha para saber de qué está hecha esta nueva Pulsar y de verdad encontramos otra moto, una respuesta inmediata al abrir el acelerador haciéndonos saber que el motor trabaja alegre en alto régimen y una precisión absoluta en la caja de cambios y embrague. Logramos acelerar de 0 a 100 km/h en un poco menos de 10 segundos con una entrega de potencia completamente lineal que asegura un comportamiento deportivo si es lo que buscas, o muy dócil para el uso en ciudad. En zona de curvas la NS es perfecta, cuenta con una parte ciclo completamente equilibrada para asegurar la conducción más exigente sin titubear, el chasis soporta los abusos sin mostrar síntomas de fatiga mientras las suspensiones y frenos trabajan al máximo como una de las grandes. Es destacable la precisión del sistema de frenado con excelente mordida y buen tacto, que transmiten confianza al piloto en cualquier situación a bordo.
La Pulsar NS es ágil para sortear el tráfico urbano y lo suficientemente cómoda para pasar largas jornadas sobre ella, con un consumo de combustible reducido y una alta capacidad del depósito, garantiza una excelente autonomía para llegar muy lejos.
La nueva NS 200 es la mejor carta de Auteco para seguir siendo líder en el mercado nacional, una moto con argumentos de sobra para suceder a la saga Pulsar, y con una estética y tecnología de punta para ganar adeptos de todas las clases sociales, en un mundo que seguirá dominado por las máquinas.
KAWASAKI Z 800
Ya se encuentra disponible en nuestro país la Streetfighter de peso medio de la casa de Akashi. Una guerrera de las calles que contrasta su agresivo diseño con la dulzura y contundencia de su corazón de 806 centímetros cúbicos que la ubican, sin ningún tipo de discusión, entre las mejores motocicletas que han pasado por nuestras líneas.
Con la llegada de la Z 800 viene a mi memoria el momento cuando le preguntaba a nuestros amigos de Kawasaki ¿por qué no llega a nuestro país la Z 750 si es la Naked más vendida en Europa?, a lo que me respondían “Jahnsito, principalmente es por costos, saldría casi a lo mismo que una Z1000”. Una respuesta bastante lógica y contundente aún para una de las marcas más dinámicas del mercado nacional. De ahí la sorpresa al saber, a mediados de noviembre del año anterior, que llegaría la nueva Z800, que siendo sinceros me atraía en su apariencia, pero no era una motocicleta que hubiera considerado tener en el garaje, algo que cambiaría rotundamente después de la prueba que traemos a ustedes.
Poder elegir la moto perfecta es tan difícil como estar en un desfile de los Ángeles de Victoria Secret y tratar de elegir la mejor, en donde entran a jugar varios factores como el gusto, la altura, feeling, entre otros, que para mi caso en particular, no me complicaría. Con las motocicletas sucede algo parecido, aquí juegan un papel muy importante las prestaciones, diseño, precio, pero sobre todo el gusto y necesidades del piloto. ¿Pero a qué se debe todo esto?, simplemente para contextualizar que aunque hemos manejado muchas motocicletas que cuentan con una ficha técnica impresionante, lastimosamente no se pueden disfrutar a plenitud por nuestras vías, por el estado, las restricciones de velocidad, entre otras, por lo que en lo personal, comencé a interesarme por los motores de 800 cc, que tienden más a transmitir las sensaciones de estar sobre una moto con motor de litro, que sobre una 650 y que en el caso de la Z800 japonesa, no sería la excepción.
Vestida para la batalla.
La estética de la Kawasaki Z800 transmite en sí toda la esencia naked y agresiva que busca la casa japonesa. Unas líneas marcadas y modernas en las que se detalla todo el ADN heredado de su hermana mayor, reafirmando la personalidad de la saga Z de Kawasaki, que ya cumple 40 años, y que le advierte inconscientemente al piloto que no se trata de un juguete para niños. Si a esto le sumamos las horquillas invertidas KYB de 41 milímetros, los discos lobulados de 310 milímetros con pinzas de 4 pistones opuestos, una quilla afilada que juega perfecta con las líneas de la moto y el sillín tipo deportivo para el acompañante, podrás hacerte una idea de las prestaciones que contiene en su interior sin necesidad de mirar la ficha técnica.
Sensaciones opuestas.
Luego de detallar el exterior de la Kawasaki Z 800, nos disponemos, con cierta incredulidad, a verificar la posición de manejo que nos daría la primera sorpresa al ubicarnos y no quedar con una postura tan radical como en otras naked, y que otorga una conducción mucho más natural en ciudad, permitiendo un mejor control de la motocicleta en bajas velocidades y menor cansancio al momento de salir a disfrutar de carretera.
Se enciende el corazón de la 800 y…….haaaa, el dulce sonido de los tetracilíndricos japoneses aflora, un arrullo para los sentidos, que en este caso especial invita a no pasar de las 5.000 revoluciones para sentir durante todo el trayecto ese sonido ronco y profundo de las bajas de este motor de 806 centímetros cúbicos, sin importarnos si vamos a 80 ó 100 kilómetros por hora en la 5ta o sexta marcha, lo importante en ese momento era no perder esa melodía en la que no hace falta tener música en nuestro casco. Una sensación bastante contradictoria al recordar ese impulso que tuvimos al verla de prenderla y sacarla a carretera para acostarla en las curvas.
Luego de salir de la hipnosis del sonido de su motor, nos dispusimos a exigir la Z800 a fondo, a los 100 Km/h nos preparamos a meter la siguiente marcha y.. oh! sorpresa ya estaba en sexta, empezamos a aplicar gas y ya sobre los 140 perdimos cualquier conexión con el sonido del motor debido al viento en nuestro casco que nos recordaba que estábamos sobre una moto desnuda. El paso a seguir fue tratar de pegarnos al tanque, como el que busca protegerse de un aguacero con un cuaderno en la cabeza, para entrar a zona de curvas en donde la Z800 se comporta a la perfección, sosteniéndose cual deportiva durante el trazado, asumiendo con total sumisión la insinuación del piloto tanto en dirección, como con el puño derecho.
Conclusiones.
Sin ningún tipo de duda, en mi humilde opinión, “una de las mejores motos del mercado, y la mejor del segmento para Colombia”. Un vehículo que contrasta la imagen musculosa y agresiva de un peleador de lucha libre, con la “nobleza” y dulzura de su corazón tetracilíndrico, que se puede disfrutar tranquilamente en ciudad bajo el embriagante sonido de su motor en bajas, o exigir en carretera y en zonas viradas sintiéndose Yony Hernández.
Una motocicleta con una posición de manejo bastante cómoda para su especie, con la que se pueden afrontar los comunes trancones de la ciudad, sin pasar cuenta de cobro por el cansancio, que indiferente a su apariencia agresiva se puede disfrutar bajo una conducción tranquila, siendo consientes que para cualquier sobrepaso se cuenta con los 113 equinos de su motor, siempre listos a desbocarse.
